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Mostrando entradas de noviembre 12, 2018

Todo ese pasado que no sabía que tenía en mi... P4

Hay un pasaje conmovedor en un libro de Tolstoi, citado por Siri Hustvedt en La mujer que tiembla cuando evoca este sentimiento. Es un pasaje de la Muerte de Ivan Illich. En lo más profundo de su corazón, escribe Tolstoi, sabía que se estaba muriendo, pero no sólo no se estaba acostumbrando a la idea, sino que simplemente no podía entenderla. El silogismo que había aprendido -Cayo es un hombre, los hombres son mortales, así que Cayo es mortal- siempre le había parecido exacto cuando se le aplicó a Cayo. Pero, ¿qué significaba si había que aplicarlo a sí mismo? No era Cayo, no era una abstracción, sino un ser diferente de todos los demás. Había sido la pequeña Vania con una madre y un padre, con Mitya y Volodia, con juguetes y una enfermera, y más tarde con Katinka, y con todas las alegrías, sufrimientos, maravillas de la infancia, y luego con la juventud. ¿Qué podía saber Cayo sobre el olor de ese globo de cuero a rayas que tanto le gustaba a Vania? ¿Caius besó así la m

Todo ese pasado que no sabía que tenía en mi... P3

Hay en nosotros una forma de memoria consciente, llamada memoria declarativa y explícita, que corresponde a todos los recuerdos que no sólo podemos convocar dentro de nosotros, sino también describir a los demás. Y esta memoria consciente y declarativa tiene dos componentes. Por un lado, una memoria general, impersonal, llamada memoria semántica, que se compone de nuestras memorias de los hechos, de los símbolos, de nuestro conocimiento del mundo - ¿cuál es el nombre del país en el que vivimos? Y por otro lado, un conjunto de recuerdos que nos devuelven nuestras experiencias personales, la situación, el contexto - ¿qué estábamos haciendo, dónde estábamos cuando ocurrió este evento? - llamada memoria episódica, memoria autobiográfica, que conecta los hechos entre sí y con nosotros. Conecta los acontecimientos con lo que hemos vivido, con la experiencia que hemos tenido, escribiéndolos en una narrativa en la que estamos presentes, y les da sentido. Además de nuestra memoria c

Todo ese pasado que no sabía que tenía en mi...

Tenía vertigo de ver debajo de mí, dentro de mí, como si tuviera leguas de altura. Marcel Proust. Estar vivo es estar hecho de memoria, dice Philip Roth. Estamos hechos de memoria. De la huella que queda en nosotros de lo que ha desaparecido. Y parte de esa huella se remonta a los albores del tiempo. Hace más de un siglo y medio, la revolución darwiniana nos reveló que compartimos una genealogía común con todo el mundo. Y lo que nos separa de otras especies vivientes es una sucesión de variaciones sobre lo que nos conecta con ellas: el parentesco. Lo que nos separa de otras especies vivientes son los grados de distancia en el tema del parentesco. Somos parientes  de pájaros y árboles, mariposas y flores. Y para comprender la extraordinaria diversidad de los seres vivos que nos rodean, y el lugar que ocupamos en esta inmensa diversidad, debemos sumergirnos en un pasado lejano que ha desaparecido, reconstruirlo, hacerlo emerger de nuevo, reinventarlo. Llevamos dentro de nosotr