El mar, un incitador al viaje, a la deriva, hacia lo desconocido. Viajeros asombrosos... somos durante toda nuestra existencia, desde los primeros momentos en el vientre de nuestra madre, viajeros, viajeros asombrosos. Un joven se presenta en un barco que recluta personal. - A mí me gustaría ser marinero. - ¿Sabe usted nadar? - ¡Cómo! ¿Ustedes no ponen el barco? Nuestros antepasados no lo sabían, nosotros lo sabemos, pero como no lo sentimos, tenemos dificultades para darnos cuenta. El suelo sobre el que nos paramos, nos sentamos o mentimos, se mueve, sin sentirlo, unos pocos centímetros al año. Y estos pequeños movimientos a lo largo de largos períodos de tiempo provocan terremotos, erupciones volcánicas y, en tiempos geológicos, provocan que surjan montañas, se fusionen los continentes, se desprendan, estos movimientos imperceptibles son muy poco comparados con los movimientos de nuestro suelo, que gira en torno al eje de la tierra. Como ustedes saben, este movimiento rotat
“Escriba joven sin miedo, que en Chile nadie lee.” ANDRÉS BELLO