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De vuelta al nomadismo

Hace m谩s de 3.000 a帽os surgieron sociedades sedentarias ligadas al desarrollo de la agricultura, lo cual constituy贸 una de las primeras grandes revoluciones sociales que a su vez provocaron una transformaci贸n en las relaciones de producci贸n y de poder. La capacidad de dominar el ciclo de producci贸n de alimentos configur贸 la dominaci贸n para el uso, organizaci贸n de la fuerza de trabajo y apropiaci贸n del excedente, lo cual gener贸 el arraigo. Aunque en todas las 茅pocas hist贸ricas se han producido oleadas migratorias, la gente ha perseguido el ideal del sedentarismo y construido su marco referencial espacial en torno al lugar natal o nicho concreto, inherente a lo propio, para la reproducci贸n de la vida, la realizaci贸n del trabajo y la trascendencia despu茅s de la muerte. Tanto la gente antigua como la moderna ha pensado en cumplir un ciclo en un lugar: nacer, formar una familia, reproducirse, incrementar el patrimonio mueble y ser enterrado en el cementerio local, donde sie...

El para铆so como utopia - Cultivar tu propio jard铆n del Ed茅n

El para铆so como utopia Cultivar tu propio jard铆n del Ed茅n Ya sea en el cielo como en la tierra, el para铆so existe en la mayor铆a de las religiones. Para los cristianos, este lugar no tiene nada de un mundo ut贸pico. Y el Ed茅n fue objeto de b煤squeda hasta el siglo XVIII. Infierno y para铆so Un famoso himno o Soma (Rig Veda, IX, 113) nos revela el deseo del indio v茅dico de producirse, despu茅s de la muerte, cerca de los dioses inmortales, en los mundos de luz: ¡All铆 donde brilla la luz perpetua, en este mismo mundo donde el sol tiene su lugar (O Soma)! Aclarado, en esta inmortalidad inagotable, ¡inst谩lame! All铆, donde est谩 Yama, hijo de Vivasvat, donde est谩 el recinto del cielo, all铆 donde las aguas son eternamente j贸venes, ¡hazme en este lugar un inmortal (O Soma)! All铆 donde cada uno se activa de acuerdo con sus deseos, en el firmamento triple, en el triple cielo del cielo, all铆 donde est谩n los mundos de luz, ¡hazme en este lugar un inmortal (O Soma)! C茅lebr茅 es el para铆s...

Haz emerger tu poder de imaginaci贸n...

Elimina nuestras imperfecciones con la ayuda tus pensamientos, haz emerger tu poder de imaginaci贸n. Piensa, cuando hablamos de caballos, que los ves estampando sus cascos orgullosos en el suelo. Shakespeare. Lejos de eso. En otro continente. Varias decenas de millones de a帽os antes. Otras investigaciones revelan otros fragmentos de un pasado que ha desaparecido para siempre, revelando fragmentos fugaces de las metamorfosis de los seres vivos. Esto fue hace cincuenta y cinco millones de a帽os. En cinco a diez millones de a帽os, la placa tect贸nica que transporta al continente indio golpear谩 la placa que transporta al continente asi谩tico, enviando la cordillera m谩s joven y majestuosa del mundo -el techo del mundo, los Himalayas- hacia el cielo. Hace ya m谩s de ciento cincuenta millones de a帽os, los primeros mam铆feros terrestres aparecieron y empezaron a evolucionar, peque帽os animales nocturnos, viviendo a la sombra de enormes dinosaurios. Y s贸lo han pasado diez millones de a...

El mar, un incitador al viaje I - Nuestros primeros antepasados

El mar, un incitador al viaje, a la deriva, hacia lo desconocido. Viajeros asombrosos... somos durante toda nuestra existencia, desde los primeros momentos en el vientre de nuestra madre, viajeros, viajeros asombrosos. Un joven se presenta en un barco que recluta personal. - A m铆 me gustar铆a ser marinero. - ¿Sabe usted nadar? - ¡C贸mo! ¿Ustedes no ponen el barco? Nuestros antepasados no lo sab铆an, nosotros lo sabemos, pero como no lo sentimos, tenemos dificultades para darnos cuenta. El suelo sobre el que nos paramos, nos sentamos o mentimos, se mueve, sin sentirlo, unos pocos cent铆metros al a帽o. Y estos peque帽os movimientos a lo largo de largos per铆odos de tiempo provocan terremotos, erupciones volc谩nicas y, en tiempos geol贸gicos, provocan que surjan monta帽as, se fusionen los continentes, se desprendan, estos movimientos imperceptibles son muy poco comparados con los movimientos de nuestro suelo, que gira en torno al eje de la tierra. Como ustedes saben, este movimiento rotat...

Las dos tentaciones de la postmodernidad

Las dos tentaciones de la postmodernidad  ¿Qui茅n lee a Bayle hoy?... por su parte, Sade y Nietzsche est谩n a la orden del d铆a, puede ser que hablen mejor de nuestro cansancio, nuestro aburrimiento, de nuestros sentidos o mentes. Nos cansamos de todo, nos cansamos sobre todo de la grandeza. ¿Habr谩 otra forma de decadencia? Sin embargo, dos tentaciones, ambas mort铆feras, amenazan nuestra modernidad desde dentro o la transforman en una tentaci贸n postmoderna, la tentaci贸n de la sofistica, desde un punto de vista te贸rico y la tentaci贸n del nihilismo, desde un punto de vista pr谩ctico. La postmodernidad, dir铆a yo, al estilo de R茅gis Debray, es lo que queda de la modernidad cuando se extingue la Ilustraci贸n, una modernidad que ya no cree en la raz贸n, ni en el progreso (pol铆tico, social, humano), ni en s铆 misma. Si todo vale, nada mejor que decir que una ciencia es una mitolog铆a como cualquier otra, el progreso es s贸lo una ilusi贸n y una democracia que respeta lo...

El 谩rbol geneal贸gico de los Dioses Egipcios

                                                                                                                            El 谩rbol geneal贸gico de los Dioses Egipcios Un descargo de responsabilidad: este 谩rbol geneal贸gico no es, en sentido estricto, hist贸ricamente exacto, porque lo que nosotros consideramos como el Pante贸n Egipcio es realmente un mont贸n de panteones similares -pero no id茅nticos- que en su mayor铆a estaban basados en ciudades individuales -Tebas, Heli贸polis, Memphis, etc. - y pasaron por muchos cam...

Civilizaciones Perdidas - La Ciudad Hundida de Cuba

Civilizaciones Perdidas-Ciudad Hundida de Cuba El misterio es oculto, atractivo y profundo. Siempre tratamos de resolverlo. Cavamos, investigamos e intentamos revelar la verdad. Pero de alguna manera, al final del d铆a, el misterio se convierte en un secreto. Y la verdad est谩 ah铆 fuera. La historia es el testigo de que una civilizaci贸n entera podr铆a desaparecer "en un d铆a y una noche temerosos", bien dicho por Plat贸n. Ese es el caso de la Ciudad Hundida de Cuba. La historia comienza en el a帽o 2000. Una empresa canadiense ADC (Advanced Digital Communications) liderada por un grupo de investigadores, una ingeniera y ocean贸grafa en la cabeza, Paulina Lelitsky, descubri贸 algo inesperado. Enviados a las aguas territoriales de Cuba, encontraron las ruinas de la antigua ciudad . Despu茅s de un shock grande y completamente positivo, empezaron con diferentes teor铆as. La ciudad perdida fue filmada con lecturas de sonar a una distancia de 600-750 metros. ...

¿Qu茅 queda del Occidente cristiano cuando ya no es cristiano?

¿Qu茅 queda del Occidente cristiano cuando ya no es cristiano? Recapitulemos. Una sociedad puede prescindir f谩cilmente de la religi贸n en el sentido occidental y estricto de la palabra (La creencia en un Dios personal y creativo), quiz谩s podr铆a prescindir de lo sagrado o sobrenatural (de la religi贸n en el sentido m谩s amplio), pero no puede prescindir de la comuni贸n o de la fidelidad. Este requisito se aplica a todas las civilizaciones. Si estuvi茅ramos en China, India o Ir谩n, la pregunta tambi茅n se plantear铆a, pero en t茅rminos diferentes: resulta que somos de Occidente. En cuanto a sus fuentes, nuestra civilizaci贸n es inseparablemente greco-latina y jud铆o-cristiana, y eso me viene muy bien. Sin embargo, este secularismo no debe ser m谩s que una c谩scara vac铆a, ni una forma elegante de amnesia o negaci贸n, como el nihilismo refinado (es decir, la decadencia misma). Concretamente, esto significa que la verdadera pregunta para nuestros pa铆ses es: ¿Qu茅 queda del Occidente cristiano, ...

Comprender lo que se ha visto...

Las trazas, por definici贸n, nunca son visibles como trazas. S贸lo son visibles si se las busca como marcas de lo que ya no existe. S贸lo sus expectativas los descubren. (...) lo visible no es suficiente para comprender lo que se ve (…) lo visible s贸lo puede ser interpretado refiri茅ndose a lo invisible. Pascal Quignard.

Tu contemplas tu alma...

 Tu contemplas tu alma... ¡Hombre libre, t煤 siempre has de querer al mar! El mar es el espejo donde tu ser se mira En la onda que hacia lo infinito se estira Y de ese amargo abismo tu alma est谩 a la par. Baudelaire

EEAA#7 Nihilismo y barbarie

Nihilismo y barbarie El nihilismo es el juego de los b谩rbaros. Pero hay dos tipos de barbarie, que es importante no confundir. La primera, que es irreligiosa, es s贸lo un nihilismo generalizado o triunfante, la otra, fan谩tica, afirma imponer su fe por la fuerza. El nihilismo conduce al primero, y deja el campo abierto al segundo. La barbarie nihilista es sin programa, sin proyecto, sin ideolog铆a. Ella no lo necesita. Son prisioneros de sus impulsos, de su estupidez, de su inculturaci贸n. Esclavos de lo que toman por su libertad. Estos son b谩rbaros por falta de fe o fidelidad, son los espadachines de la nada.

EEAA#6 No hay civilizaci贸n sin transmisi贸n

La segunda etimolog铆a posible me parece la m谩s probable. Muchos ling眉istas piensan, como ya lo hizo Cicer贸n, esa religio proviene m谩s bien de relegere, lo que podr铆a significar "reunir" o "vincular" En este sentido, la religi贸n no es, o no es al principio, lo que vincula, sino lo que reunimos y religamos (o reunimos con reminiscencia) mitos, textos fundadores, ense帽anza (es el origen hebreo de la palabra Torah), un conocimiento (es el significado s谩nscrito de la palabra Veda), uno o m谩s libros (Biblia en griego), una lectura o una recitaci贸n (Cor谩n en 谩rabe), una Ley (Dharma en s谩nscrito), principios, reglas, mandamientos (el Dec谩logo, en el Antiguo Testamento), en resumen, una revelaci贸n o una tradici贸n, pero asumido, respetado, internalizado, a la vez individual como com煤n (aqu铆 es donde las dos etimolog铆as. Los mismos textos se pueden leer juntos, incluso por separado, crea un v铆nculo), antiguos y siempre de actualidad, integradores ( a un grupo) y estructurantes...

El aleteo del tiempo

ENTRE AYER Y MA脩ANA TU CORAZ脫N OSCILA... ¿Y qu茅 prueba tu coraz贸n? Entre ayer y ma帽ana el oscila Sin ruido, extra帽o Y toca la campana, golpeando, Su ca铆da fuera de tiempo. Ingeborg Bachmann.