Esta entrada es una relectura de otra entrada, mas bien una nota al pie, Quien le habla a nuestro cansancio, a nuestro aburrimiento, a nuestra sobreconexion de sentidos. Los Smartphones? No Nos cansamos de todo, nos cansamos sobre todo de la grandeza. ¿Habrá otra forma de decadencia? Sin embargo, dos tentaciones, ambas mortíferas, amenazan nuestra modernidad desde dentro o la transforman en una tentación postmoderna, la tentación de la sofistica, desde un punto de vista teórico y la tentación del nihilismo, desde un punto de vista práctico. La postmodernidad, diría yo, al estilo de Régis Debray, es lo que queda de la modernidad cuando se extingue la Ilustración, una modernidad que ya no cree en la razón, ni en el progreso (político, social, humano), ni en sí misma. Si todo vale, nada mejor que decir que una ciencia es una mitología como cualquier otra, el progreso es sólo una ilusión y una democracia que respeta los derechos humanos no es de ninguna manera superior a una socie
“Escriba joven sin miedo, que en Chile nadie lee.” ANDRÉS BELLO