Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como le monde

Las villas Míticas: Alejandría, Babilonia y Teotihuacán

Algunas ciudades antiguas siguen alimentando el imaginario colectivo, el tiempo ha magnificado o menospreciado la leyenda. Si, en la tradición judeo-cristiana, Dios creó el mundo, el hombre creó la ciudad. A través de ella, este último revela su capacidad para construir un espacio de protección para su pueblo, su capacidad para controlar su destino. Es en el Cercano Oriente donde se construyeron las primeras ciudades, en un momento en que el hombre se estaba asentando; Jericó (Palestina) y Catal Höyük (Turquía) son algunos de los ejemplos más antiguos (IXC y VII milenios antes de Cristo). Al principio rudimentario, el esquema de las ciudades mejorará. Y en sociedades jerárquicas, que compiten entre sí, la ciudad se convierte en el reflejo de quienes la construyeron. A una ciudad espléndida, poderoso príncipe. En su obsesión por construir la ciudad ideal, el plano circular -figura sagrada ligada al cosmos y símbolo del eterno retorno, pero también de la maternidad- se ha asociado a la p

EL Cristianismo: La condena radical hacia toda utopia

Era un chico que le dijo al cura? -Padre a mi siempre me a gustado más dar que recibir, y le dice el cura, muy bien muchacho a que te dedicas? le dice soy boxeador.........jajaja Si los Hechos de los Apóstoles presentan un proyecto comunitario basado en la fraternidad y el compartir bienes, es precisamente para denunciarlo. Porque la debilidad humana y el orgullo lo hacen imposible. A menudo se dice que el cristianismo ha inventado la utopía porque se basa en la esperanza para el futuro: no es nada parecido a eso, sino que más bien la denuncia. Y la mejor prueba de esta desconfianza se encuentra en los Hechos de los Apóstoles, este libro escrito en los años 80 para seguir el Evangelio de Lucas. Dice, justo después de Pentecostés y de la fundación de la Iglesia, el siguiente pasaje: Todas las Cosas en Común 32 La congregación (La multitud) de los que creyeron era de un corazón y un alma. Ninguno decía ser suyo lo que poseía, sino que todas las cosas eran de propiedad

EEAA#4 Duelos y rituales

¿La mayor fortaleza de las religiones? No se trata, contrariamente a lo que se dice a menudo, de tranquilizar a los creyentes frente a su propia muerte. La perspectiva del infierno es más preocupante que la nada. Este fue de hecho el argumento principal de Epicuro, en contra de las religiones de su tiempo que dan a la muerte una realidad que no tiene, encerrando así a los vivos, absurdamente, por miedo a un peligro puramente fantástico (el infierno).

Utopias, La herencia griega Los primeros planes de un lugar que no existe (P7)

Desde la antigüedad la idea de una sociedad ideal alimenta las reflexiones de urbanistas y filósofos El término utopía es una paradoja, inexistente en el idioma griego y, sin embargo, se formó en sus raíces. Este neologismo se deriva de la asociación entre la negación o la palabra topos (el lugar): la utopía es etimológicamente un "lugar de la nada", el país que no existe. Sin embargo, a pesar de que el término permanece ausente del vocabulario griego, el concepto de utopía ya existía, porque junto con los mitos de la edad de oro, los autores antiguos habían elaborado reflexiones urbanísticas y tratados filosóficos sobre sociedades ideales. Algunos historiadores han asociado el mito de la edad de oro, expuesto por el poeta Hesíodo a fines del siglo VIII a. JC en su teogonía, el cual da cuenta de una utopía. Porque en los albores del universo, los hombres compartían la vida de los dioses con total descuido. Las plantas crecían espontáneamente, y los hombres, a salvo de los mal

La utopía según el escritor (P6)

No nos basta con concebir otro mundo posible, hay que localizarlo. Las utopías, subgénero literario que existía antes incluso de ser bautizados así por el humanista inglés Thomas More en 1516, han consistido en la descripción de esos lugares, donde una sociedad alternativa, una sociedad soñada o de pesadillas, podría ser proyectada. Contrariamente a lo que deja entender la etimología, no se trata de “no lugar” u-topía absoluto sino que de un lugar concreto que sabemos que existe, entonces podemos situar sus límites, pero que la mirada de nuestro mundo, de nuestra civilización, no ha podido llegar. Con More, por ejemplo, con el afán de preservar el misterio de localización exacta de la isla, al personaje Raphael le da una tos, al momento de dar la información que en ese momento era secreta. Esos artificios narrativos aparecen seguido en las utopías, dónde sin embargo podemos tentar una suerte de cartografía. Los autores de utopía no los han emplazado en cualquier parte, siempre lo han

La utopía un himno a la humanidad futura - Michel Riot Sarcey (P5)

Doctrina, género literario, predicción mesiánica… la utopía es política. Prefigurando otro mundo posible, dando vuelta la organización social, ella es desde siempre incompatible con el orden existente, cualquiera que este sea. Desde que la palabra existe, la utopía se regenera renovando el “principio esperanza” (Ernst Bloch ) y representa una forma de idea social. Por lo tanto bien a menuda termina dando miedo. Forjada en 1516 por el inglés Thomas More (1478-1535), la palabra, difícil de traducir, juega deliberadamente el equívoco y la pluralidad de sentidos. Entre lugar (topos) de ninguna parte y de ningún tiempo (u, prefijo privativo) y el lugar de la felicidad donde todo va bien, la idea escapa a todos lo que tendrían la voluntad de fijar la existencia en un espacio y en una temporalidad cualquiera que sea. La utopía, nacida de una astucia de su autor, sabiendo jugar con las palabras griegas, se escapa también de la censura de la época. Como arte de escritura, la utopía derrota al

La utopia segun el campesino (4)

La agroecología es una transgresión creativa con respecto al modelo dominante agrícola. Se trata, de hecho, de una utopía, es decir, según la definición que yo hago, del que resiste al conformismo de un modo de pensar que se presenta como ineludible. Ya que si consideramos la historia, es exactamente lo que paso con la agricultura.  Nosotros le debemos a la agricultura la revolución neolítica. Hasta esa época, cada comunidad humana extraía de la naturaleza algo para sobrevivir. Entonces el ser humano contribuyo junto con la invención de la agricultura, a crear una forma de seguridad y abundancia. Al filo del tiempo y de descubrimientos, el ser humano constato que metiendo abono, y nutrientes al suelo, los cereales crecían más vigorosos.  Es la revolución agrícola en todo su esplendor que ha dado nacimiento a la agricultura campesina, universal. Durante siglos, el ser humano ha recurrido a prácticas sanas sin ningún producto químico. En los inicios del siglo XX, la industrialización fue