En la actualidad, la autoestima, entendida como una realidad ética profunda, no pasa por un buen momento. Ella ha sido progresivamente desplazada por la heteroestima. ¿Qué es la heteroestima? Es la estimación, la apreciación que proviene desde fuera de la persona, pero que ella se la apropia irreflexivamente, quizá, por desconocimiento de sí misma. Dicho metafóricamente, la persona no se mira a sí misma con sus propios ojos; sino que lo hace con ojos ajenos, con los ojos del prójimo. Por cierto, se ve a sí misma como los demás la ven. No es una persona autónoma, de hecho, no es libre. Su existencia está subsidiada por el grupo que la acoge y la valora. No tiene existencia propia. Su identidad, al igual que la valía que se asigna a sí misma, es consecuencia de la opinión que los demás tienen de ella. Una persona así es sumamente sensible a los juicios ajenos. Puesto que su identidad y su valía están subsidiadas por el estatus que le asigna el grupo de referencia, cuando el grupo es cuestionado o atacado en sus valoraciones emblemáticas su reacción es extrema, porque es su existencia la que está en juego. Ella —es decir, su identidad y su valía— depende casi por completo de él. Ella existe gracias a él. Bien podría decirse que es nada sin él. Y es preferible tener una existencia subsidiada a ser nada
Significa una seria advertencia, y esto lo sabe quien haya visto la película. (En cuanto a que el actor no estaba informado de esto, no me lo creo). Un día recibes al abogado de un mafioso que te quiere pedir un favor personal. Te llevas de paseo al abogado por tu casa y le muestras tu precioso caballo semental de quiensabe cuántos cientos de miles o millones de dólares. Luego, en plena cena insultas al abogado e insultas a su poderoso jefe llamándolo salchicha italiana, asegurando que no le tienes miedo. Al otro día te despiertas y encuentras en tu propia cama entre las sábanas la cabeza cercenada del caballo. ¿Que podría significar? Más allá de lo obvio, debió resultar aterrador que alguien haya podido armar semejante escena en tu casa, en tu cuarto, en tu cama, sin que te dieras cuenta. Quién lo hizo? Dónde estaba tu personal de seguridad? El mensaje es que la salchicha italiana puede mandar asesinarte mientras duermes en tu habitación y nadie se lo iba a impedir. Con esa cabe...
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