No hay pasado que resurja que no proporcione una sensación de nacimiento. […] La trágica alegría de encontrar lo perdido. Pascal Quignard. Otros mundos desaparecieron. Tan cerca de nosotros. Eso fue hace casi dos mil años. Bajo el reinado del Emperador Tito. Así, escribe Pascal Quignard: “Entonces el cráter del Vesubio era sólo una cumbre. Sus laderas estaban cubiertas de bosques, viñedos, arbustos y campos. El volcán se había extinguido desde el comienzo del período histórico. Bajo el reinado de Nerón, en un brillante día invernal el 5 de febrero del año 62, las villas temblaron. Los habitantes fueron evacuados. Habiendo cesado el fuerte sismo, regresaron. Diecisiete años después, siendo Tito emperador, el 24 de agosto del año 79, fue la erupción. Los Plinio estaban allí. El tío murió allí. Una carta de Plinio el Joven a Tácito informa de esta inmersión en la muerte. […] El 9 antes de las calendas de septiembre, alrededor de la séptima hora, mi madre le dijo que podíamos
“Escriba joven sin miedo, que en Chile nadie lee.” ANDRÉS BELLO