Estamos hechos de memoria y olvido. Y esta parte del olvido -este olvido parcial de nuestras transformaciones permanentes- probablemente juega un papel importante en la preservación, a lo largo de nuestra existencia, de nuestro sentido de identidad y continuidad.
Las redes de células nerviosas que hoy nos permiten reconocer sin sorpresa nuestro rostro en el espejo han cambiado de una manera sutil, adaptándose gradualmente a los cambios que el paso del tiempo nos ha causado, dice Antonio Damasio.
Si sabemos reconocer nuestro rostro -que es de nosotros que se trata- es porque en parte, confusamente, hemos olvidado que nuestro rostro ha cambiado.
Nuestra memoria está incrustada en nosotros en forma de fragmentos, parcelas, distribuidas en territorios lejanos. Y algunos de estos pedazos de memoria a veces pueden reaparecer en fragmentos - revelando pedazos aislados de nuestro pasado distante
Cualquier recuerdo que emerge en nuestra conciencia emerge de una reconstrucción.
La memoria implica, a nivel cerebral, una verdadera operación de recomposición, basada en la movilización de trazas múltiples, discretas y fragmentadas, distribuidas en numerosas redes de células nerviosas dispersas por diferentes regiones de nuestro cerebro.
Y así, la memoria no es sólo la prueba viviente de que me estoy convirtiendo continuamente en otro, sino también de que estoy emergiendo constantemente de un nosotros.
Para concluir quisiera redondear con el mito de Narciso
La historia de Narciso es generalmente vista como una lección para las personas que se admiran demasiado. "Esta admirable leyenda hace sensible la esterilidad de un amor que gira en torno a uno mismo, la esterilidad de un conocimiento que es un repliegue sobre uno mismo. »
El psicoterapeuta Thomas Moore, de la versión de Ovidio, aporta una nueva dimensión a la interpretación del mito. Argumenta que Narciso se preocupa por su belleza pero no es plenamente consciente de ella y siempre busca, por esta razón, busca darse a conocer a los demás sin poder entablar una relación. "En otras palabras, la manifestación del amor propio narcisista indica la incapacidad de amarse a uno mismo. Su encuentro con la ninfa Eco, que sólo puede enviarle sus propias palabras, ilustra el vacío y la esterilidad de esta relación con el mundo. Es cuando Narciso descubre, al reflejarse a sí mismo en la fuente, que es verdaderamente hermoso que tendrá éxito en amarse a sí mismo en lugar de buscar el reconocimiento externo. Luego viene una transformación profunda, simbolizada por su muerte y transformación en una flor (muerte del ego, florecimiento del Ser).
Tomando al pie de la letra el viejo adagio "conocete a ti mismo", cual es la invitacion?
"El único viaje verdadero, el único baño de juventud, no será ir hacia nuevos paisajes, sino tener otros ojos, ver con los ojos del otro, cientos de otros, ver los cien universos que cada uno de ellos ve, que cada uno de ellos es."
Marcel Proust. "El Prisionero".
Pensar en uno
Buscar lo que me habita
Saber que estoy hecho de memoria
LPDH
Las redes de células nerviosas que hoy nos permiten reconocer sin sorpresa nuestro rostro en el espejo han cambiado de una manera sutil, adaptándose gradualmente a los cambios que el paso del tiempo nos ha causado, dice Antonio Damasio.
Si sabemos reconocer nuestro rostro -que es de nosotros que se trata- es porque en parte, confusamente, hemos olvidado que nuestro rostro ha cambiado.
Nuestra memoria está incrustada en nosotros en forma de fragmentos, parcelas, distribuidas en territorios lejanos. Y algunos de estos pedazos de memoria a veces pueden reaparecer en fragmentos - revelando pedazos aislados de nuestro pasado distante
Cualquier recuerdo que emerge en nuestra conciencia emerge de una reconstrucción.
La memoria implica, a nivel cerebral, una verdadera operación de recomposición, basada en la movilización de trazas múltiples, discretas y fragmentadas, distribuidas en numerosas redes de células nerviosas dispersas por diferentes regiones de nuestro cerebro.
Y así, la memoria no es sólo la prueba viviente de que me estoy convirtiendo continuamente en otro, sino también de que estoy emergiendo constantemente de un nosotros.
Para concluir quisiera redondear con el mito de Narciso
Narciso esta siendo acusado injustamente me digo yo:
De egocentrismo ciego
De indiferencia a los otros
De la destruccion de los vinculos sociales
De perversion
En la antiguedad, tal como su nombre lo indica Narciso (la flor) era el simbolo de la eclosion de la primavera, prefigurando el nacimiento, la inocencia del que viene por primera vez al mundo.
De egocentrismo ciego
De indiferencia a los otros
De la destruccion de los vinculos sociales
De perversion
En la antiguedad, tal como su nombre lo indica Narciso (la flor) era el simbolo de la eclosion de la primavera, prefigurando el nacimiento, la inocencia del que viene por primera vez al mundo.
La historia de Narciso es generalmente vista como una lección para las personas que se admiran demasiado. "Esta admirable leyenda hace sensible la esterilidad de un amor que gira en torno a uno mismo, la esterilidad de un conocimiento que es un repliegue sobre uno mismo. »
El psicoterapeuta Thomas Moore, de la versión de Ovidio, aporta una nueva dimensión a la interpretación del mito. Argumenta que Narciso se preocupa por su belleza pero no es plenamente consciente de ella y siempre busca, por esta razón, busca darse a conocer a los demás sin poder entablar una relación. "En otras palabras, la manifestación del amor propio narcisista indica la incapacidad de amarse a uno mismo. Su encuentro con la ninfa Eco, que sólo puede enviarle sus propias palabras, ilustra el vacío y la esterilidad de esta relación con el mundo. Es cuando Narciso descubre, al reflejarse a sí mismo en la fuente, que es verdaderamente hermoso que tendrá éxito en amarse a sí mismo en lugar de buscar el reconocimiento externo. Luego viene una transformación profunda, simbolizada por su muerte y transformación en una flor (muerte del ego, florecimiento del Ser).
Tomando al pie de la letra el viejo adagio "conocete a ti mismo", cual es la invitacion?
"El único viaje verdadero, el único baño de juventud, no será ir hacia nuevos paisajes, sino tener otros ojos, ver con los ojos del otro, cientos de otros, ver los cien universos que cada uno de ellos ve, que cada uno de ellos es."
Marcel Proust. "El Prisionero".
Pensar en uno
Buscar lo que me habita
Saber que estoy hecho de memoria
LPDH
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